Aún sin haber dejado atras las primeras milésimas
de segundo sigo viajando a toda velocidad, buscando, quizá, que fue mal. Que
pasó en realidad, y por que, de ser yo el culpable de mi muerte, dejé que esto
fuera realidad.
Y sin esfuerzo vuelvo a verme, mayor pero no
necesariamente maduro. Enamorado de una vida que no existe, que solo yo
entiendo y que solo yo comparto, creo, expando y administro. Sin que nadie mas
entienda que es eso que soy yo. Dejando ver su ignorancia bajo un nuevo ataque,
esta vez tras preciosos labios, dientes relucientes y lenguas afiladas. Diciendome
cosas que temo irreales, que se irreales. Pero que al ser irreconocibles para
otros oidos se vuelven invisibles. Un ultrasonido vital, lleno de experiencias
y anhelos muriendo de ser reales y que se pierden en el aire que pasa por los
oidos de todas aquellas personas que ni ven ni escuchan.
Palabras falsas que duelen, no por ser hirientes de
por si, sino por que no pueden ser desmentidas de manera alguna. Aún así,
todavia no es el fin. Y puedo seguir respirando, de momento.
Ellos me buscan, y me parece tan increible, que
despues de haber pasado tanto tiempo, sean ellos mismos los que vuelven a mi,
con palabras agradables y amigables abrazos. Pero no. No son ellos. ¿O no soy
yo? No entiendo su sonrisa, es tan repentina que me asusta. ¿Por qué, si ayer
me odiaban? Deben estar fingiendo. Y asi lo veo en sus ojos, irrealmente
cierto, a mi mente todo le parece claro. No soy para ellos mas de lo que para
ellos soy. Nada, nadie y en ningun lugar. Un sonido cargado de silencio, que
aún no ha bajado su frecuencia para hacerse perceptible. El esfuerzo es nulo,
como lo ha sido desde que nació el sentimiento. Y esta vez, nadie me toca. En
una huida hacia adelante, que aún hoy, atravesando este microsegundo, considero
totalmente necesaria. Es sólo un suicidio emocional, un ejercicio de
autoejecución que, quien sabe, quizá algún día me sirva para evitar el
sufrimiento antes de que el verdugo aparezca en escena.
La muerte no me toca, pero respira su aliento
cargado de gritos de socorro de miles de almas llenas de felicidad, que al
verla venir olvidan toda su vida en pos de un terror que jamás volveran a
experimentar, al menos en vida. El aliento me roza la mejilla lo que hace que
no muera, solo me quede inconsciente.
Aunque sigo caminando con los ojos cerrados, guiandome
de las manos siento la humedad del mar rodearme y la profundidad de los oceanos
que anhela que no llegue, para que pueda ser compañia de su soledad. Pero aun
no es el momento.
Amor, cientos de descargas de sentimientos me
esperan en la otra orilla. Con una larga melena al viento y la cara tan suave
como el mismo amanecer me llama. "Ven, yo tengo la cura para tu
enfermedad. Todo lo que necesitas está en mi sólo tienes que salir del
agua" Y como una sirena terrestre me atrae, sacándome del mar. Mis ropas
estan secas, ni siquiera el agua entendió mi sentimiento y decidió abrazarme.
"Dame la mano, seamos felices juntos" y solo al rozar su mano siento
como la vida se me escapa, sus dedos llenos de amor muerto e inexistente se
llevan mi sentimiento transparente a algún lugar que aun no puedo llegar a ver.
Pero no pasa mucho hasta que yo, ya agotado sobre
la arena, sin más que una respiración vacia para acompasar el ritmo de mi
corazon, sienta como el sentimiento vuelve a entrar en mi. La sirena me mira
con ojos vidriosos, llenos de lagrimas y entiendo su incompresion "No lo
entiendo, no puedo robartelo por que no sé que es" me dice rompiendo a
llorar. Y el esfuerzo de enjugar sus lagrimas es mi ultimo recuerdo. El
cansancio puede más que mi propia voluntad.
Meses pasé tumbado en la arena, sintiendo a veces
el sol quemarme el alma, y el agua ahogar mis ganas de levantarme. Sin fuerzas
y sin deseos, una proporcion perfecta de hastio y cansancio.
Siempre se despierta. El sueño no es eterno, pero
terriblemente largo y profundo.
Abro los ojos al no sentir la brisa, ni los sonidos
del mar, la arena, el sol o las olas. Solo siento mi propio corazón,
protegiendome desde hace tanto, que aún no había aprendido a recordar cuando el
ya me rodeaba con sus latidos y su cuidado.
A la necesidad de ser amado se le une el deseo de
ser comprendido, y eso me lleva a que busque el amor en los rincones mas
oscuros y en los corazones mas amargos. Te amo, me dijo mi verdugo. No te
mataré pero sufrirás, mucho, aunque siempre podrás dejarlo todo atrás y volver
al silencio de tu propia mente. Pero, ¿Cómo se borra un paso ejecutado? sólo
empezar de nuevo puede darte una oportunidad, es imposible borrar sentimientos
seslectivamente. Cuando el sistema falla, el borrado debe ser total.
Pero cualquier cosa es mejor que la incomprension,
la duda de si ser amado es algo realmente aspirable o simplemente uno de tantos
conceptos no escritos que la civilizacion ha ido cuidando de los más
inteligentes.
Y sin ni siquiera darme cuenta... Me veo rodeado de
una nieve tan fria como mi propio sentimiento, y alli esta ella. Me quiere y me
cuida, da todo por mi.
(Pero te hace daño)
Es mentira. Me quiere. Por eso me hace daño. Mira
todos estos cortes, mira cuantos golpes. Es amor, nunca lo habia sentido antes
pero lo sé, sé que es amor. Es así, asi funciona y asi existe, mi misión es
solo cuidarlo y hacerlo crecer.
(Pero ella no te deja)
Claro que si, ella hace todo lo posible para que mi
amor crezca, para cuidarlo a mi lado y cultivarlo, dejarlo tomar de nuestra
común energía y así llenar todo en nuestras almas gemelas.
Y entre discusiones con mi mente, mi corazón y mis
heridas que aún sangraban me volví para preguntarle pero ya no estaba. En su
lugar un corazón de hielo y una nota que decía "No era amor, sólo mi
corazón, que confundió el cristal de tu alma transparente con otro trozo de
hielo, en el que pudiera sentirme comprendida"
Las ultimas palabras suenan lejanas, como de otro
tiempo, de otra forma de sentir y vivir...
Y yo abro los ojos en mi presente, nada que ver en
el futuro, por que pronto se verá absorbido por este momento y mi pretérito,
fundiendose en un corazón sin ya nada mas que deseos que quedarán para siempre
por cumplir.
Entonces ella, que a tan sangre fria disparo sobre
mi, se acerca a mi mejilla poniendo sus labios cerca de mis oidos y me dice
"Todavia no, pero ten cuidado, solo te queda una más" Entonces me
miro en pecho y no hay nada. Sólo ha sido una ilusión, que aunque real, no deja
de ser inexistente.
Aun no. todavia no ha acabado. Me alejo de su mano
mirandola a los ojos.
Todavia queda una muerte más.